miércoles, noviembre 14, 2007

Pike Bishop (I)


Hace tiempo que me encuentro cansado, muchacho. Siempre pensé que echar la vista atrás únicamente podía llevarte a tropezar, y ahora ¡Dios santo!, todo parece tan complicado. Ya ni recuerdo cuando empecé a beber whisky para pasar el agua con que tragarme las pastillas.
Francamente, he llegado a un punto en que para encontrar las causas que me llevaron a esta situación no necesitaría un psicólogo, sino un contable. Aunque hay quien lo atribuye a mi afición a la bebida, yo nunca estuve de acuerdo. ¡Maldita sea! después de que algo me haya sido fiel tantos años uno se niega a creer ciertas cosas. Ojala pudiera decir lo mismo de las mujeres. Cometí dos matrimonios, y lo que nadie podrá achacarme nunca, es que no lo hice con la inequívoca virtud de asegurarme su fracaso.

De mi matrimonio con Christine siempre me quedó la sensación de que llegó demasiado joven al divorcio. Cuando nos casamos, yo era un prometedor detective de la policía de Chicago y ella una joven con la única preocupación de combinar los zapatos con sus malditos ojos azules. Aquello nunca funcionó. Cada vez que nos decidíamos a hacer el amor ella empezaba dos días más tarde. Siempre intentó que sus guisos tuvieran el sabor de sus besos, pero sus besos, muchacho, sus besos sabían a escuela de protocolo. Aunque ella tenía sangre española e italiana y yo irlandesa, cada vez que nos metíamos en la cama, cada vez que lo hacíamos, créeme, yo tenía la sensación de que de tener un hijo le asignarían nacionalidad suiza.
No tardé mucho en canjear sus caricias por el siempre acogedor roce de la barra de un bar. Llegó un momento en que nos distanciamos tanto que cuando estaba dentro de ella tenía la sensación de que cualquier juez me podría condenar por allanamiento de morada. No la eché en falta hasta que una noche por error, en una partida de póker, acabé apostándome los papeles del divorcio.

Mi segundo matrimonio acabó en siniestro total. Me dejó dos hipotecas, una hija y el corazón en bancarrota. Es cierto que en la cama era muy diferente, porque con aquella mujer hasta las sábanas tenían orgasmos. Dave, el ladino dueño del Korova me lo advirtió una noche en el bar “ves con cuidado Pike. En esos ojos verdes han naufragado más hombres que en todo la armada británica del siglo XVIII”. Pero siempre he tenido flaqueza por las camareras con la destreza suficiente para servirte una copa, mirándote a los ojos, y sin derramar una gota de recato. Shara me regaló sus besos con la precisión de un contable durante cinco años, hasta que una mañana desperté en la cama abrazando una nota de despedida, con mi placa de poli empeñada y la cuenta del banco naufragando.
Ese mismo día Peter Cost intentó abrirme los ojos en la barra del Korova “despierta Pike. Un tipo como tu sólo podría crear familia en la consulta del psicólogo”

...



_ Tienes una moneda donde las demás mujeres tienen un corazón.
Johny Clay (Sterling Hayden) · Atraco perfecto

15 Comentarios:

At 16 noviembre, 2007 17:41, Blogger El Vizconde Valmont dijo...

Cada "post" es una pequeña maravilla. Algún día le reconocerán como el grande que es.

 
At 16 noviembre, 2007 22:25, Blogger Auggie Wren dijo...

Normalmente lo de hablar de uno mismo se deja para el final. ¿No será este el caso, verdad?

 
At 20 noviembre, 2007 11:36, Anonymous Anónimo dijo...

les comento sobre este sitio Pingueando - Buscador es un buscador de blog, pueden agregar sus feeds y tiene una herramienta para intercambio de links, esta buena

 
At 21 noviembre, 2007 17:20, Blogger pcbcarp dijo...

Jake, hacía tiempo que no pasaba por aquí, y créeme que lo lamento. el ambiente es muy adecuado para mi actual (y gripal)estado de ánimo.

 
At 22 noviembre, 2007 22:24, Anonymous Anónimo dijo...

Una vez más felicitaciones, es lo único que puedo decir.

 
At 23 noviembre, 2007 17:18, Anonymous Anónimo dijo...

Muchacho, no sé si tienes un dón o realmente eres un personaje sacado de la mejor novela negra, pero créeme, en este texto ni el mejor Bogart, cigarro en boca, superaría tú listón.

Cambio de post y sigo con la novela.

Un plaver Bishop, te seguiré de cerca.

 
At 26 noviembre, 2007 20:04, Blogger Hank dijo...

Siempre ha sido un placer leerle, Bishop.
Fdo: Ernie Loquasto, director del Savoy.

 
At 28 noviembre, 2007 00:09, Blogger Fernando Díaz | elsituacionista dijo...

Sigue siendo un placer tomarse una copa en el Korova de camino a casa.

 
At 12 diciembre, 2007 15:12, Anonymous Anónimo dijo...

Joder, tío, eres novela negra en estado puro. Muy bueno, de verdad, Philip Marlowe acabaría arrinconado y sin recursos en el Korova.

 
At 18 diciembre, 2007 01:24, Blogger humo dijo...

No hay nada como saborear una buena narración que parece recién parida.

 
At 24 diciembre, 2007 18:53, Anonymous Anónimo dijo...

Jake y Pike, que pasen una muy feliz nochebuena en unión de sus seres queridos.

¡Un brindis en el Korova!

 
At 27 diciembre, 2007 04:09, Blogger El Vizconde Valmont dijo...

Bishop, déjese de beber leche ácida con los chicos del Korova y escriba, ¡demontre!

 
At 02 enero, 2008 22:01, Anonymous Anónimo dijo...

Simplemene maravilloso.

Un fuerte abrazo desde el Otro Lado

 
At 04 enero, 2008 14:37, Anonymous Anónimo dijo...

Joder!!! este tio es grande entre los grandes....Nick Belane no lo haria mejor, ni perdiendo damas ni metiendose chutes de vodka7 entre pecho y espalda.
Insuperable.

 
At 06 marzo, 2008 15:54, Anonymous Anónimo dijo...

Maldito seas, Pike Bishop. Cómo lo haces para que llegue hasta aquí el amargo de la derrota, el azul de sus ojos y hasta un destello de collar de perlas en la oscuridad?
Gran descubrimiento el mío de hoy con tu blog.

 

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